martes, 4 de enero de 2011

Segundo Cap :D

Hola ^^ acá les traigo el segundo cap de mi nueva nove, espero que les guste :D

2° Capítulo:
Prov. Alejandro:
“Vanessa Henley” ese nombre había estado en mi cabeza desde que Adrien me había mostrado la fotografía de esa chica ayer por la tarde, y ahora su nombre aparecía en mi mente mientras me dirigía hacia su casa. Tenía que cumplir lo que Adrien me había dicho, cueste lo que cueste, y desaparecer a esa tal Vanessa Henley del mapa era lo que me había dicho Adrien esta vez. Suspiré y entré rápidamente a la casa sin ser visto. Esa era una de las ventajas de ser un vampiro: la velocidad y la rapidez. En fin, entré a su habitación y la observé por un rato. Era linda, no podía negarlo, y me daba pena tener que matarla. “Al menos, no sentirá dolor” me dije a mí mismo mientras avanzaba unos cuantos pasos hacia la cama de Vanessa.  Me senté al lado de ella y lentamente me acerqué a su cuello descubierto ahora por las sábanas. Todo sería demasiado fácil…y rápido. Ya estaba a pocos centímetros de su cuello y podía sentir su pulso a través de su piel cuando…

Prov. Vanessa:
Regresé a mi cama y cerré mis ojos de nuevo. Tenía que dormirme, pues mañana sería un día agotador y necesitaba descansar. Sin darme cuenta poco a poco fui cayendo en la inconsciencia y empezaron a pasar por mi mente imágenes que desaparecían a los dos segundos de haberlas visto. Entonces escuché un ruido que me hizo levantarme de mi cama al instante, con algo de miedo dentro de mí. Miré alrededor con la esperanza de ver a la causa de ese ruido, pero no pude, así que me disponía a dormirme de nuevo cuando vi que algo se movió entre las cortinas. Asustada me levanté lentamente, tratando de hacer el menor ruido posible, y me dirigí hacia las cortinas de mi cuarto. Mi corazón latía a mil por hora y respiré hondo antes de avanzar los últimos pasos que harían que mis manos estuvieran lo suficientemente cerca como para abrir la cortina. Entrecerré los ojos y tomé un extremo de la tela de la cortina y juntando todo el valor que tenía jalé la tela…

Mis ojos se abrieron más de lo que podían y ya iba a gritar, pero el chico que estaba parado enfrente de mí me tapó la boca y dos segundos después me encontré con que estaba sentada en mi cama, con el chico al lado mío, aún tapándome la boca. Lo observé más detenidamente. Tenía unos ojos castaños oscuros grandes y una mirada intensa, cabello lacio del mismo color que sus ojos , algo desordenado.
-Júrame que no gritarás-susurró con un tono serio y molesto a la vez, y por un instante me quedé helada escuchando el sonido de su voz. Asentí con la cabeza y él retiró su mano de mi boca. Su mirada se dirigió hacia mí y el miedo volvió a apoderarse de mi cuerpo, aunque sabía que gritando no ganaría nada.
-¿Q-quien…eres?-pregunté, y me sentí algo tonta al hacer esa pregunta tan obvia, pero mi mente en ese momento no daba para pensar en algo mejor.
-Eso no importa…-dijo, mientras se paraba de mi cama y daba unos pasos hacia la ventana.
-Claro que importa!-grité, y luego volví a bajar mi voz-¿Qué haces aquí? ¿Para qué? Y ¿Cómo entraste?
-Una pregunta a la vez, ¿si?-dijo él mientras que una ligera sonrisa aparecía en su rostro.
-Ok…entonces…-dije, haciendo una pausa para ordenar las preguntas-Primero, ¿Cómo entraste?
-Es fácil entrar a la casa de los…humanos-respondió él.
-¿Humanos…?
-Tengo que irme, no es seguro que esté aquí-dijo rápidamente.
-¿Qué..? ¡No, espera!-grité, pero ya no había ni rastro del chico con el que había hablado segundos antes. ¿Cómo se supone que había salido de acá? Mi mente estaba llena de preguntas sin respuesta,  y después de unos minutos me volví a echar a mi cama. No podía dormir a pesar de todo, y ahora menos ya que en mi mente se había grabado la imagen de ese chico al que había visto minutos antes. No sé como me dormí como a las 3 de la madrugada. Lo único que esperaba era que mañana sea un grandioso día.

Prov. Amanda
¿Por qué rayos no podía sacarme de la cabeza a Gianfranco? Sabía que era mi mejor amigo y que le gustaba mi mejor amiga, así que no entendía aún  como se supone que me había fijado en él.
“Amanda, relájate, deja de pensar en él” me decía en mi mente una y otra vez mientras me arreglaba para la fiesta de Vanessa. Ya eran casi las 8 pm, así que rápidamente salí de mi casa directo la casa de mi mejor amiga.
“Deja de pensar en él, deja de pensar en él”
-¡Amanda!-escuché un grito detrás de mí cuando ya me disponía a tocar el timbre de la casa de Vanessa. Reconocí esa voz al instante, era la voz del chico que amaba en secreto.
-Hola Gianfranco-lo saludé con una sonrisa.
-Guau, estás….eh..linda.
-G-gracias-dije tímidamente.
-¿Y…qué tal?-dijo él cambiando de tema-¿Vas a la casa de Nessa?-me preguntó. Yo asentí con la cabeza-Vamos, te acompaño-me dijo tocando el timbre.
-¡Ya voy!-escuché a Vanessa desde el otro lado de la puerta-Júrenme que no se burlarán-nos dijo seriamente. Gianfranco y yo sonreímos.
-Soy tu mejor amiga, no me puedo burlar de ti-le dije a Vanessa tratando de darle ánimos-Vamos, llegaremos tarde.
Vanessa suspiró y abrió la puerta. Los dos, Gianfranco y yo, abrimos los ojos como platos.
-Estás preciosa-fue lo único que pude decir. Vanessa no era de las chicas que se arreglaban tanto y no se ponía ropa elegante muy a menudo.
-Hermosa-escuché a Gianfranco decir, y bajé la mirada. Era lógico, tenía que haberlo visto llegar, pero igual dolía que mi mejor amigo solo me viera como una amiga.
-Ahora vámonos, que llegaremos tarde-repetí tomando la mano de Vanessa y dirigiéndola hacia la limosina que ya nos estaba esperando.
-Ahora sí es oficial: ¡nos vamos a la mejor fiesta del año!-gritó Gianfranco mientras Vanessa y yo reíamos.
-Tienes mucha razón-concordé con él mientras subíamos a la limosina.